Thalius Hecksher, Director Global de servicios de fondos de Trident Trust, analiza los factores que impulsan la tendencia a crear fondos más grandes y menos startups, y por qué Caimán sigue siendo el mayor y más popular domicilio de fondos offshore. Este artículo se publicó por primera vez en el Blog de Fondos Offshore.
Cuando se trata de las Islas Caimán, el cielo azul, las hermosas playas, el buceo y el submarinismo son la norma, y lo han sido durante décadas. Pero en lo que respecta a la administración de fondos offshore, en las Islas Caimán se están produciendo algunos cambios interesantes. En un pronunciado cambio radical, los fondos de nueva creación de las Islas Caimán están creciendo, mientras que, por otro lado, las pequeñas startups, aunque no son una especie en peligro de extinción, son ciertamente más raras. Con el aumento de los costes regulatorios en los últimos años, en parte como resultado de la aplicación de nuevas iniciativas como FATCA, parece que esta tendencia está aquí para quedarse. Los nuevos fondos más grandes tienden a ser mucho más sofisticados y complejos que antes, con un respaldo y una infraestructura mucho mayores desde el principio. Pero no son sólo los fondos los que están cambiando la demografía de las nuevas empresas en las Islas Caimán. También estamos viendo cómo los inversores responden a los requisitos adicionales de información del mercado extraterritorial actual. En resumen, hay un nivel mucho mayor de sofisticación tanto para los compradores como para los vendedores. Y la regulación no es la única culpable de ello: las normas, y por lo tanto los costes, en torno a todo el proceso de debida diligencia también han aumentado, al igual que los requisitos en torno al cumplimiento del software y los sistemas de back-office.
La Oportunidad Toca la Puerta a la Localidad
En una dinámica interesante, a medida que aumenta el tamaño medio de los fondos de puesta en marcha en Caimán, disminuye en Estados Unidos. Para las empresas startup de hoy en día, suele ser mucho más difícil reunir grandes sumas de dinero, y existe una clara tendencia a que los fondos estadounidenses se lancen con entre $5 y 10 millones, construyan un historial y luego vuelvan a la mesa de recaudación de fondos.
En los EE.UU., las pequeñas startups con activos muy modestos y sólo unos pocos socios comanditarios no tienen que hacer frente a la normativa federal hasta que adquieren más músculo. Un gestor que aún no haya tenido que registrarse en la Securities and Exchange Commission de EE.UU. podría tener que empezar a lidiar con algunas normativas estatales adicionales, pero por lo demás los obstáculos normativos son en general mucho menores de lo que serían en muchas jurisdicciones extraterritoriales. Así pues, las pequeñas startups en EE.UU. no han visto aumentar los costes de la misma manera que en las Islas Caimán.
Dado que el capital de los inversores suele ir a parar a nombres ya establecidos, cada vez es más difícil para los nuevos gestores de fondos lanzarse con cierto tamaño. Pero hay oportunidades. Con un mandato cada vez mayor para invertir en gestores emergentes en el espacio alternativo, $25 millones se han convertido en un umbral viable a considerar por algunos inversores institucionales, por debajo de la antigua marca de $100 millones. Una vez que estos gestores ponen en marcha un pequeño vehículo nacional, suelen dirigirse al extranjero y crear algo más grande que también resulte atractivo para los inversores extranjeros (no estadounidenses).
Pero la Reputación de "Patrón Oro" de las Islas Caimán se Mantiene
Nadie discutirá que las Islas Caimán siguen siendo el domicilio preferido de los fondos que se trasladan a paraísos fiscales para acceder a una base mundial de inversores. Sin embargo, aunque Caimán sea el gorila de 300 libras en el mundo de los paraísos fiscales, no ignora que tiene algunos competidores: los fondos más pequeños están explorando sin duda otras alternativas de paraísos fiscales. En particular, crece el interés por las Islas Vírgenes Británicas (IVB), que ya ocupan una posición de liderazgo en el mercado mundial de sociedades extraterritoriales (offshore). Las Islas Vírgenes Británicas son menos caras y están impulsando con fuerza su régimen de fondos en el mercado. Caimán sigue siendo sin duda el número uno, pero las IVB están en su espejo retrovisor.
Por supuesto, no todas las jurisdicciones, ni todos los administradores, son iguales, y las startups deben ser cautelosas a la hora de reducir costes y, al mismo tiempo, sacrificar recursos y comprometer sus necesidades. Con una larga y bien fundada reputación de servicio de calidad y una dedicación a mantenerse en la cima de un entorno regulador cada vez más sofisticado y punitivo, Caimán sigue siendo la jurisdicción offshore número uno. El dinero habla y la base de inversores establecida en las Islas Caimán es impresionante e incluye: Planes de pensiones estadounidenses, que se prevé que aumenten las asignaciones este año; inversores estadounidenses exentos de impuestos que prefieren vehículos offshore; y fondos de inversores de América Latina y otras jurisdicciones que están acelerando su entrada en el espacio de fondos alternativos. Caimán se beneficiará de estas tendencias incluso cuando otras jurisdicciones offshore se unan a la fiesta.
Todo indica que Caimán seguirá siendo la primera opción en la mayoría de los frentes. La realidad es que Caimán tiene muchas ventajas como jurisdicción madura y sofisticada con una infraestructura fantástica, reconocimiento internacional, una comunidad profesional muy experimentada y un sistema judicial sofisticado y muy respetado, algo que a menudo se olvida. Con la experiencia necesaria para gestionar fondos muy grandes y complejos, los costes más elevados asociados a ese nivel de servicio pueden resultar demasiado elevados para algunos fondos más pequeños en las primeras fases de su desarrollo. Pero estos costes se han producido porque se han establecido normas regulatorias más estrictas, algo que, en última instancia, mejorará aún más la reputación de Caimán para quienes puedan permitírselo.