El 4 de agosto de 2015, los Gobiernos de Chipre y de la República Islámica de Irán firmaron un Tratado de Doble Imposición (TDT), allanando el camino para aumentar el comercio y la inversión entre ambos países tras el levantamiento de las sanciones internacionales contra Irán. El TDT se basa en el Modelo de Convenio Fiscal de la OCDE y se espera que entre en vigor una vez concluido el proceso de ratificación por ambos países. Las disposiciones del tratado, en lo que respecta a los impuestos, se aplicarán a partir del 1 de enero siguiente a la fecha de entrada en vigor del tratado. A continuación se resumen las disposiciones más significativas del nuevo tratado.
Establecimiento permanente
El tratado adopta la definición del Modelo de Convenio Fiscal de la OCDE, que establece que: una obra, un proyecto de construcción, montaje o instalación, o las actividades de supervisión relacionadas con ellos, sólo constituyen un "establecimiento permanente" si duran más de 12 meses.
Dividendos
- 5% de retención a cuenta sobre el importe bruto si el beneficiario final es una sociedad (que no sea una sociedad personalista) que posea directamente al menos el 25% del capital de la sociedad que paga el dividendo
- 10% en los demás casos
Regalías
Retención a cuenta del 6% del importe bruto si el perceptor es el beneficiario final de las regalías
Intereses
Retención a cuenta del 5% del importe bruto si el perceptor es el beneficiario final de los intereses
Plusvalías
- Las ganancias derivadas de la enajenación de bienes inmuebles pueden someterse a imposición en el país donde estén situados.
- Las ganancias derivadas de la enajenación de acciones cuyo valor proceda en más de un 50% directamente de un bien inmueble pueden someterse a imposición en el país donde esté situado el bien inmueble.
Ventajas de Chipre
Con una extensa red de más de 50 tratados fiscales internacionales, un marco empresarial bien establecido y proveedores de servicios experimentados y dotados de personal cualificado, además de ser el miembro de la Unión Europea más cercano a Teherán, Chipre se posiciona acertadamente como una jurisdicción de entrada de primer orden para los inversores internacionales que se dirigen a Irán.