Las tres mayores preocupaciones planteadas fueron las disputas familiares, la mala comunicación y la falta de planificación.
Disputas familiares. La NextGen a menudo desea elegir una carrera distinta a la de sus padres y forjarse su propio camino. Pueden tener puntos de vista diferentes sobre la vida y sobre cómo gestionar / distribuir / asignar el patrimonio familiar, lo que puede dar lugar a posibles desconexiones y conflictos.
Comunicación deficiente. La falta de comunicación y la falta de voluntad de la generación fundadora para mantener conversaciones abiertas con la NextGen sobre temas relacionados con la riqueza también pueden dar lugar a disputas familiares, especialmente tras la muerte de la matriarca o el patriarca.
Falta de planificación. No planificar, o no hacerlo con suficiente antelación, es un gran riesgo. Retrasar la planificación hasta que se produce una crisis pone en peligro el patrimonio familiar y puede limitar gravemente las opciones disponibles para protegerlo en el último momento.
Sobre el tema de las amenazas, otros puntos destacados de nuestros asistentes fueron los siguientes:
¿Qué importancia tiene la planificación de la sucesión?
- A medida que crece la riqueza mundial, la necesidad de una planificación adecuada de la sucesión se hace cada vez más importante.
- No basta con establecer un plan y dejarlo a un lado; la comunicación continua y la implicación de la siguiente generación son esenciales para evitar conflictos y garantizar la alineación de las expectativas.
- Conflictos como peleas, divorcios y desacuerdos son inevitables, y la presencia de un patrimonio importante no hace sino agravar estos problemas. Por eso es tan importante que las familias dispongan de estructuras para proteger el patrimonio cuando surjan disputas.
¿Cree que sus clientes disponen hoy de planes suficientes?
- Las familias tienen a menudo necesidades y requisitos complejos, que requieren una combinación de herramientas de sucesión y planificación patrimonial para lograr la solución adecuada. Es posible que muchos propietarios de patrimonios aún no dispongan de una planificación suficiente para garantizar una transición fluida de su patrimonio a la siguiente generación.
- Las familias evolucionan y crecen con el tiempo y, con ello, también cambian sus necesidades. Por esta razón, incluso después de establecer un plan de sucesión, debe revisarse y actualizarse periódicamente para garantizar que sigue siendo pertinente y adecuado a su finalidad.
- Aunque la concienciación es cada vez mayor, muchos propietarios de patrimonios de la Generación Silenciosa y del Baby Boomer siguen siendo reacios a hablar de la transición patrimonial o a considerar cualquier traspaso de control.
¿Qué sugeriría si el propietario de un patrimonio no está dispuesto a planificar?
- Los asesores deben animar y educar pacientemente.
- Los casos de estudio y los ejemplos reales de lo que puede salir mal si los propietarios de patrimonios no planifican la sucesión de su patrimonio pueden ayudar a resaltar los riesgos.
- Empiece por lo básico. ¿Tienen testamento? ¿Pueden identificar a los sucesores adecuados que podrían tomar el relevo en caso de que ellos ya no estén?
- Es esencial abordar este tema con un profundo conocimiento de las sensibilidades culturales. Al tiempo que respetamos estos matices culturales, también debemos cumplir con nuestra responsabilidad de resaltar los riesgos y compartir las herramientas de planificación disponibles para nuestros clientes.
¿Cómo podemos fomentar una comunicación más abierta entre generaciones?
- Las reuniones periódicas de revisión familiar en las que participan trustees, asesores y familiares pueden ayudar a gestionar las expectativas y abordar las preocupaciones antes de que se agraven.
¿Cómo podemos prepararnos mejor los gestores y asesores patrimoniales?
- Los foros y las mesas redondas son vitales para desafiarnos y concienciarnos de las tendencias actuales, de modo que podamos estar preparados para la próxima ola de transición patrimonial.
- La formación y el desarrollo continuos son necesarios para satisfacer las demandas cambiantes del sector del patrimonio privado. Históricamente, este sector ha tardado en cambiar, pero los últimos años han demostrado lo rápido que podemos adaptarnos y progresar cuando es necesario.
¿Qué busca la próxima generación? y ¿Estamos preparados?
- Las principales preocupaciones de los clientes millennials son:
- Ciberataques y amenazas
- Proteger a sus hijos en un mundo incierto, centrándose en:
> la planificación de la tutela
>evitar estructuras rígidas que no se adapten a los futuros cambios geográficos, profesionales o personales de sus hijos
> la evolución del mercado laboral, la forma en que interactúan las personas y cómo se hacen los negocios
> las vulnerabilidades en línea asociadas a la presencia en línea de los hijos, sobre todo si son ricos
> la gestión de las preocupaciones sobre el divorcio y la garantía de que las estructuras fiduciarias sean lo suficientemente sólidas como para proteger el patrimonio familiar
- > la incertidumbre política y la posibilidad de que se produzcan cambios en las fronteras en los próximos 10 a 20 años
- Crear estructuras bien planificadas que aborden las complejidades transjurisdiccionales, sobre todo teniendo en cuenta que muchos NextGen (y sus hijos) tendrán una educación y experiencias internacionales
Oportunidades en la transmisión intergeneracional del patrimonio
Una vez que comprendemos las amenazas y cómo superarlas, podemos centrarnos en las oportunidades potenciales. Así pues, la segunda parte de la velada se dedicó a entender cómo la transferencia intergeneracional de riqueza puede beneficiar realmente a las familias.
Los debates comenzaron con una pregunta: "¿Qué pasos, estrategias o estructuras son más útiles para las familias que buscan proteger su patrimonio de una generación a otra?"
Los comentarios se centraron en tres áreas clave: buena comunicación, buena gobernanza y buena planificación: