Malta ha introducido recientemente normas de unidad fiscal que permiten constituir grupos fiscales a efectos del impuesto sobre la renta maltés. Esto se produce tras la publicación de las normas sobre grupos consolidados (impuesto sobre la renta) (L.N. 110 de 2019).
Formación de una Unidad Fiscal
Un grupo de empresas puede ahora optar por ser tratado como un único contribuyente, sujeto a ciertas condiciones legales. Esto comenzará con el año de evaluación 2020 para las empresas, cuyos períodos contables comenzaron en el año natural 2019. Para ello, la sociedad matriz y sus filiales deberán optar por constituir una unidad fiscal, lo que dará lugar a que las filiales sean tratadas como transparentes.
Tras esta elección, cada filial admisible formará parte de la misma unidad fiscal de la empresa matriz y se denominará en lo sucesivo "entidad transparente". El contribuyente principal será la sociedad que asuma los derechos, deberes y obligaciones en virtud de la Ley del Impuesto sobre la Renta, relativos a las entidades que formen parte de su unidad fiscal y que no pueda ser una filial transparente. Ninguna sociedad podrá formar parte de más de una unidad fiscal.
Definición de Empresa Matriz
Una empresa matriz se define como una sociedad que posee acciones en una "filial" que - en el año anterior al año de evaluación (según lo definido por una decisión en los términos de la regla 3(1)) - cumple dos de las siguientes condiciones:
- La empresa matriz posee al menos el 95% de los derechos de voto de la filial. La empresa matriz posee al menos el 95% de los derechos de voto de la sociedad filial;
- La empresa matriz tiene derecho a percibir al menos el 95% de los beneficios disponibles para su distribución entre los accionistas ordinarios de la filial;
- La empresa matriz tendría derecho al menos al 95% de los activos de la filial disponibles para su distribución entre los accionistas ordinarios en caso de liquidación de la empresa.
Obligaciones de Declaración
Cuando se constituye una unidad fiscal, el contribuyente principal debe pagar el impuesto en nombre de todos los miembros del grupo, presentando una única declaración. Todos los miembros son responsables solidarios del pago de cualquier impuesto, impuesto adicional o interés. Los contribuyentes principales también son responsables de la elaboración de un balance consolidado y auditado y de una cuenta de pérdidas y ganancias consolidada que abarque a todas las empresas de la unidad fiscal.
No obstante, seguirán siendo necesarios cálculos fiscales para cada empresa y también para la unidad fiscal en su conjunto, con el fin de comparar las obligaciones fiscales y satisfacer la disposición antiabuso.
Una empresa puede salir de la unidad fiscal en caso de que deje de ser una filial al 95%, o si deja de tener el mismo período contable que el contribuyente principal. Hasta la fecha, no se ha establecido una normativa que permita la salida voluntaria de las empresas que forman parte de una unidad fiscal.
Ventajas
La principal ventaja de optar por la unidad fiscal se refiere a la tesorería en comparación con el régimen actual de devolución parcial del impuesto al accionista tras la distribución de los beneficios gravados. Gracias a la unidad fiscal, el grupo tiene un tipo impositivo efectivo idéntico sin desfase entre el pago del tipo normal del impuesto de sociedades (35%) y la recepción de la devolución del accionista a nivel del accionista. Esto se debe a que las nuevas normas reducen inmediatamente el impuesto adeudado por el contribuyente principal al tipo impositivo efectivo más bajo. Sin embargo, la consolidación fiscal también puede ser útil en un contexto local, ya que tiene un alcance más amplio que cuando se renuncian a las pérdidas comerciales fiscales.